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UPOV 91, una opción para negociar los aranceles de EE.UU.

Contar con la Ley de Obtentores Vegetales podría significar un punto a favor para el agro chileno, ya que significaría cumplir con los compromisos adquiridos en 2009, en el TLC. Hay un proyecto redactado y consensuado desde hace 10 años.

 

Patricia Vildósola Errázuriz

Los aranceles impuestos recientemente por Estados Unidos, más allá de que podrían estar suspendiéndose por los próximos tres meses para algunos países, son una dura amenaza para las agroexportaciones chilenas. Sin embargo, Chile tiene la posibilidad de avanzar en cumplir uno de los aspectos cuestionados.

Esto, porque una de las razones esgrimidas por Estados Unidos para incluir a Chile en las tasas arancelarias, fue la débil protección a la propiedad intelectual. En el agro el tema es claro: la falta de una ley de Obtentores Vegetales que haga efectiva la UPOV 91 (Unión Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales), norma que Chile se había comprometido suscribir al firmar, en 2009, el TLC con el país del Norte.

De ahí que aprobar la normativa adquiere ahora una nueva urgencia, ya que no solo se estaría cumpliendo con los compromisos adquiridos y postergados, sino que, además, podría ser una buena señal para mostrar si Chile negociará de manera bilateral los aranceles impuestos, como ya lo están proponiendo algunos países. Y, si finalmente los aranceles son suspendidos indefinidamente, también dejarían al país cumpliendo con lo prometido en el TLC.

Ponerse al día, sostienen los expertos, podría ser relativamente fácil, ya que desde hace cerca de 10 años que el país cuenta con avances.

De hecho, explica Miguel Ángel Sánchez, director Ejecutivo de ChileBio, la UPOV 91 fue aprobada con un artículo único, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. E incluso, en su momento esto fue ratificado, aunque por decisión dividida, por el Tribunal Constitucional.

Pero eso no era lo suficiente. Esto porque si bien la UPOV permite que los países cuenten con sus propios protocolos de protección de la propiedad intelectual de las especies vegetales, se requiere contar con ellos. Esto, en el caso de Chile, significa tener aprobada una nueva Ley de Obtentores Vegetales que reemplazara a la actual, y es precisamente donde se está al debe.

La noticia positiva es que, en ese sentido, también hay camino avanzado, dice Mario Schindler, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Semillas, Anpros.

Se refiere a que en 2014, mientras era ministro de Agricultura Carlos Furche, bajo la presidencia de Michelle Bachelet, se le pidió a Hugo Martínez, quien era asesor del ministerio, que trabajara en un proyecto de ley para reemplazar a la ley 19.342 y actualizara los protocolos a los que cumplirían con la UPOV 91. Hay que recordar que no es que Chile no haya suscrito anteriormente la UPOV, ya que sí está en la 78.

“En Chile hay mucha confusión en este tema. En el país hay protección a la propiedad intelectual desde hace más de 40 años. Lo importante es recordar que la UPOV 91 son directrices para que los países hagan las directrices que ellos quieran, pero que las tengan”, dice Sánchez.

El tema de la UPOV ha sido siempre sensible y ha estado rodeado siempre de problemas de desconocimiento y desinformación. Entre las temáticas complejas, por ejemplo, estaba el de la protección de las semillas ancestrales, ya que se temía que se perdiera la propiedad intelectual sobre ellas y que los pequeños productores o las comunidades no pudieran seguir produciéndolas. También se creía que esto abriría la puerta a los transgénicos.

Por lo mismo, comenta Sánchez, era muy importante hacer un trabajo con todos los que sentían que se podían ver afectados de alguna forma sus derechos o que se ponía en riesgo la producción interna, como agrupaciones indígenas o de pequeños productores.

Ese fue el trabajo que entonces realizó Martínez, quien fue conversando con los distintos actores hasta elaborar el proyecto de ley que fue consensuado.

“Se elaboró un muy buen proyecto, que conseguía disminuir los temores y las aprehensiones de los distintos actores interesados y respondía a lo que pedía la UPOV” dice Schindler. De hecho, la propuesta incluía, por ejemplo, el listado de las variedades nativas, protegiéndolas.

A pesar de eso, la nueva propuesta normativa quedó durmiendo hasta hoy en el Ministerio de Agricultura.

“Esto ha significado que nunca se ha avanzado”, insiste Sánchez.

La realidad es que contar con la normativa significaría cumplir con el compromiso establecido en el TLC con Estados Unidos, y también dejar de estar al debe con los otros TLC, como el que se tiene con la Unión Europea o el CPTPP, en donde también se establece la necesidad de que los países miembros, lo sean también de la UPOV 91.

Por qué es importante

En el rubro se insiste en que es clave contar con la UPOV no solo porque permitiría dar una señal positiva a Estados Unidos, sino porque incentivaría las inversiones en investigación local, además de permitir que los productores nacionales no pierdan competitividad por perder el acceso a nuevas variedades protegidas.

“Es un hecho que muchos proveedores de variedades ya no mandan los materiales porque no se respetan la propiedad intelectual en el país, porque alguien la compró y se la roban y luego eso está difundido. Incluso variedades desarrolladas a nivel local”, dice Sánchez.

Por lo mismo, estar en ella protegería también a los fitomejoradores nacionales. En el país, el principal desarrollador es el INIA, “que también se vería beneficiado por esto”, recalca Schindler.

Lo que ocurre es que una variedad protegida, significa que quienes la utilicen pagarán el royalty que permitirá que se recupere la inversión realizada en el desarrollo. “Es la forma para que se continúe investigando en el desarrollo de nuevas variedades y de esa forma avanzar en la sostenibilidad de la agricultura nacional. Porque ¿cómo se recupera la inversión si no se puede cobrar el royalty? y si no hay recursos, ¿cómo se puede seguir creciendo?”, enfatiza Sánchez.

Además, dice, “a las personas se les olvida la importancia de las exportaciones agrícolas y que cuando no se cuenta con las variedades que responden, por ejemplo, a las nuevas condiciones, los más perjudicados son los pequeños agricultores”.

Significa, además, poder contar con variedades, de frutas, hortalizas, cereales, generadas en el país para las condiciones productivas locales.

“Es poder potenciar que en un país chico como Chile podamos tener fitomejoradores de más alto nivel y que se desarrollen las variedades adaptadas a nuestra propia realidad. Hoy muchas de las nuevas variedades de trigo, cereales que se desarrollan en el país, llegan rápidamente al mercado informal, lo que genera un gran desincentivo a invertir en nuevos desarrollos”, dice Schindler.

Decisión política

Por lo mismo, si bien contar con la nueva Ley de obtentores es un tema urgente desde hace ya varios años (de hecho Estados Unidos en más de una oportunidad había ya llamado la atención sobre el tema), ahora con los aranceles que golpean directamente las exportaciones de frutas chilenas, avanzar con la aprobación adquiere una nueva urgencia, recalcan en el sector.

Desde los gremios han ya esgrimido sus argumentos. Ahora el tema está en manos de las autoridades.

“Podría ser una alternativa para la exportación de frutas y vegetales. Pero ahora depende de con cuánta premura se tomen las autoridades el tema. Esto podría tener dos orígenes. Uno desde el mismo Ministerio de Agricultura, o el otro que nazca desde el Congreso. Con las nuevas presidencias en las cámaras podría incentivarse este tipo de solución. Lo importante es actuar”, enfatiza Sánchez.

Schindler coincide en que esto es un tema esencial.

“De existir la voluntad política de llevar esto adelante, sería una posibilidad, si se llega a una mesa de negociación, nos da elementos para estar en una mejor posición y de mostrar que estamos cumpliendo los compromisos. Dar una señal de compromiso con un TLC sería muy bueno. Y es importante entender que esto, además es una urgencia, porque significa abrir la posibilidad de un progreso enorme para la agricultura del país, para perfeccionar y tener acceso a las mejores variedades del mundo”.

Fuente: El Mercurio Campo

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Perspectiva Nacional Chile: Asociación Nacional de Productores de Semillas (ANPROS)

SW: ¿Cuáles son las principales prioridades de ANPROS?

Schindler: ANPROS invierte energía en apoyar tres prioridades principales: desarrollar y acceder a mejores variedades de semillas, mantener el liderazgo de Chile y nuestra imagen como productor de contraestación en el hemisferio sur, y avanzar en materias de sustentabilidad. 

El rol de la industria semillera chilena en apoyo a los programas del hemisferio sur es clave. Por ello, ANPROS busca seguir consolidando la posición de Chile como principal actor en la región y mantener la imagen de confianza y calidad que Chile ha construido.

Tenemos un compromiso constante con la mejora de nuestros estándares, lo que requiere profesionales altamente capacitados y organismos reguladores eficaces. Esto se traduce en entregas puntuales a nuestros destinos internacionales, cimentando nuestra reputación de país confiable. 

Las nuevas variedades vegetales son la plataforma de la producción agrícola y la base de la seguridad alimentaria de nuestro planeta. Es esencial la toma de conciencia entre todas las personas vinculadas al sector agrícola sobre la importancia del respeto a la propiedad intelectual vegetal y su relación con mantener un acceso fluido y permanente a las mejores variedades vegetales desarrolladas a nivel mundial. A la vez es importante estimular la investigación y desarrollo de nuevas variedades en nuestro país.

Uno de los focos esenciales de la industria semillera chilena es producir más con menos recursos y de manera sustentable. La incorporación de tecnología juega un rol clave en esto. Nuestras empresas asociadas lo tienen claro y muchas de ellas están permanentemente incorporando nuevas tecnologías, fundamentalmente de riego y otras áreas, lo que les permite producir de manera más eficiente.

SW: ¿Cuál cree que es el mayor reto de ANPROS (o, más en general, del sector semillero chileno)?

Schindler: Nuestros mayores retos son los mismos que nuestras principales prioridades: mantener nuestro liderazgo en el hemisferio sur como principal proveedor de servicios a la industria mundial de semillas.

Un desafío fundamental radica en garantizar un flujo fluido del movimiento internacional de semillas, al mismo tiempo que se salvaguarda el patrimonio fitosanitario de Chile. Por ende, es imperativo seguir contando con regulaciones respaldadas plenamente por la ciencia, que faciliten la movilidad internacional de las semillas dentro de plazos adecuados, aspectos por los cuales la industria semillera siempre ha destacado.

Cifras de las exportaciones de semillas de CHILE:

  • TOTAL DE SEMILLAS: Las exportaciones totales de semillas el 2023 fueron de US$ 448.6 MM, un 28% más que las exportaciones del 2022. En términos de cantidad, se exportaron 48.714 toneladas, un 20% más que lo exportado el año anterior.
  • MAIZ: Chile exportó 21,342 toneladas de maíz en el 2023, un 3% más que lo exportado el año anterior. Las exportaciones de maíz fueron de un valor de U$ 92,8 MM, 13% más que en el 2022;  
  • SEMILLAS DE HORTALIZAS: Chile exportó US$ 208,7 MM en el 2023, lo que representa un 27% que lo exportado el 2022, y en cantidad de kilos, 4.965 toneladas, un 45% más que lo exportado el 2022. Desde el 2015, el grupo de semillas de hortalizas corresponde a la mayor proporción de las semillas físicas exportadas, lugar que ocupó maíz por más de una década.
  • En cuanto a mercados, la semilla chilena llega directamente a más de 50 destinos, en muchos de los cuales esta se reexporta. Las semillas chilenas pueden ser encontradas a nivel global. 
  • Actualmente el 40% de las exportaciones se dirigen a América del Norte, 34% a la UE, 16% a Asia y 8% a Sudamérica, mientras que el restante se divide entre África y Oceanía.
  • Fuenjte: Seedworld  https://www.seedworld.com/latam/2024/06/19/perspectiva-nacional-chile-asociacion-nacional-de-productores-de-semillas-anpros/
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Propiedad intelectual vegetal y el comercio ilegal de semillas: Los temas claves que marcan la agenda legislativa del sector de semillas

Actualmente los consumidores piden cada vez más información sobre los alimentos que consumen y la trazabilidad es una herramienta esencial para determinar qué ocurrió en cada punto de la cadena. Por ello resulta relevante informar de dónde vienen esos alimentos, en qué condiciones fueron producidos y cómo funcionan las regulaciones y el mercado en el que nacen.

En entrevista con Mundoagro, Mario Schindler, director ejecutivo de Asociación Nacional de Productores de Semillas,ANPROS, comentó que los temas esenciales de la asociación para este año están vinculados especialmente con la propiedad intelectual vegetal y el comercio ilegal de semillas. “Sin duda ambos temas son de una altísima relevancia, no solo para nuestro sector sino para toda la agricultura en Chile. Las nuevas variedades vegetales son la plataforma de la producción agrícola y la base de la seguridad alimentaria de nuestro planeta. El primer paso es generar una toma de conciencia entre todas las personas vinculadas al sector agrícola sobre la importancia del respeto a la propiedad intelectual vegetal y su relación con mantener un acceso fluido y permanente a las mejores variedades vegetales desarrolladas a nivel mundial. A la vez es importante estimular la investigación y desarrollo de nuevas variedades en nuestro país. Esto es crucial para mantener la competitividad de Chile”, agregó.

El ingeniero agrónomo y director de la International Seed Federation (ISF) indicó que en Chile existe un importante comercio ilegal de semillas. “Esto tiene un profundo efecto negativo porque los principales afectados son los propios agricultores, ya que al comprar semillas de origen desconocido quedan totalmente desprotegidos en cuanto a cualquier problema que puedan tener. Por el contrario, al utilizar semillas del mercado formal, de una procedencia comprobable, reciben un producto garantizado, que ha pasado por rigurosas pruebas de calidad y pureza, lo que asegura que esté libre de enfermedades, un buen rendimiento de los cultivos y muchas otras ventajas.

En resumen, cuando hablamos de comercio ilegal de semillas nos referimos a dos grandes factores. Por un lado, se vulneran los derechos del obtentor, especificados en la Ley 19.342 y también los aspectos relacionados a la comercialización y calidad de las semillas, regulados en la Ley 1.764. El desconocimiento en ambas legislaciones es enorme, por lo que es fundamental la toma de conciencia, no solo por parte de agricultores, sino también de autoridades”, indicó.

Respecto a cuáles son los principales temas de la industria en cuanto a la agenda legislativa, Schindler sostuvo que es muy amplia y no solo para el sector semillero sino para la agricultura en general. “Tenemos actualmente en trámite proyectos de ley vinculados al agua, al recurso suelo, que son muy importantes y de interés transversal con un importante impacto. Un proyecto importante para el sector semillero y hortícola fue el proyecto de ley de protección a turberas que, tras varias indicaciones y luego de tres años de discusión, se aprobó hace algún tiempo. La turba es un insumo esencial para la horticultura y la actividad semillera y el proyecto en sus inicios planteaba, entre otros aspectos, la prohibición de su importación, lo que habría generado un daño enorme a la agricultura. Afortunadamente y gracias al trabajo mancomunado de la coalición de gremios agroalimentarios, en el que en terreno se explicó a los legisladores la relevancia y uso de la turba, se logró un proyecto acorde a las necesidades del país”, señaló.

Sobre el convenio de la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) el ejecutivo comentó que “es importante tener en foco que el objeto principal del convenio es proporcionar y fomentar un sistema eficaz para la protección de las variedades vegetales en beneficio de la sociedad. Desde 1996 Chile está adherido a la versión del año 1978. Hoy el país está en proceso de adherir a la versión de UPOV 91, que, precisamente, provee más herramientas, para el control del comercio ilegal de semillas. Sin esta protección se produce un desincentivo a la investigación y se pone en riesgo la llegada de las nuevas variedades desde el exterior. Sin embargo, para poder adherir a UPOV 91, es necesario adecuar nuestra legislación y, desde el 2011 a la fecha, no ha existido voluntad política para avanzar en el tema. Siendo uno de nuestros principales puntos de interés legislativo, esperamos que en algún momento se reactive su discusión”.

Mejora continua

El sector de semillas de Chile está buscando de forma permanente mejorar los estándares. Según Schindler, “la alta calidad y confiabilidad es el sello de Chile en producción de semillas y como industria estamos permanentemente buscando mejorar nuestros estándares. No solo respecto de la semilla sino de todos los procesos asociados a su producción y exportación. Contamos con profesionales altamente calificados y entes reguladores que funcionan, lo que se traduce en la entrega a tiempo en los países de destino. Eso es lo que nos hace confiables como país. Mantener esta imagen y nuestro liderazgo en el hemisferio sur como productores en contrastación es uno de los principales focos de nuestra industria”.

El director ejecutivo de ANPROS se refirió además a los costos que enfrenta la agricultura y que hoy son una gran amenaza. “Por lo tanto, producir más con menos recursos y de manera sustentable es muy importante. La incorporación de tecnología juega un rol clave en esto. Nuestras empresas asociadas lo tienen claro y muchas de ellas están permanentemente incorporando nuevas tecnologías, fundamentalmente de riego y otras áreas. Eso es lo que les permite producir de manera más eficiente”, finalizó.

Revisa la noticia en el sitio web de MundoAgro aquí

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Exitosa visita del directorio y regional de socios en la zona sur

Excelentes jornadas vivieron el directorio y parte del equipo de Anpros en la reciente “Reunión Regional de Socios de la zona sur” y la visita efectuada a Semillas Baer.

El pasado miércoles, la directora de ANPROS, Ingrid Von Baer, junto a su padre, Erik Von Baer, ofrecieron al directorio y al equipo de ANPROS una interesante visita a Semillas Baer, que incluyó las distintas instalaciones y una salida a terreno para conocer los cultivos de la empresa.

La visita contempló una breve reunión de presentación, un recorrido por los laboratorios, donde Jocelyn Betancur, responsable técnico del área, realizó una completa presentación en materias relacionadas con el trabajo en fitomejoramiento que Semillas Baer realiza desde sus inicios. Posteriormente, se dio la visita a terreno, donde el equipo pudo conocer los diferentes tipos de ensayos y variedades de los cultivos con los que la empresa trabaja. Entre ellos Lupino, Avena, Raps, Trigo y quinoa. 

Posteriormente, el grupo dio paso a la visita a terreno, donde pudo conocer los diferentes tipos de ensayos y variedades de los cultivos con los que la empresa trabaja como Lupino, Avena, Raps, Trigo y quinoa. 

Adicionalmente, el directorio, que realizó en la región su reunión mensual, participó de la reunión regional de socios efectuada en Temuco, a la que asistieron más de 20 empresas, la gran mayoría con producción de distintos cultivos en la zona.

La actividad contó con una extensa exposición del comité del sur, que abordó diferentes temas. Entre ellos, la Implementación de la “Autorización de terceros para inspecciones de campo en cereales”, que estuvo a cargo de Howard Langer, supervisor de producción de la zona sur de Anasac. Posteriormente, expuso Jocelyn Betancur, responsable técnico del laboratorio Campex Baer, cuyo tema central fueron los “Laboratorios Autorizados para muestreo y análisis semillas certificadas y corrientes”. También expuso Claudia Acosta, sub gerente de investigación y desarrollo de Empresas Agrotop, quien se refirió al próximo “Congreso de Avena” que se efectuará en Chile en noviembre del 2026. Finalmente, la actividad contó con una exposición de Gonzalo Pardo, jefe del Sub departamento de Biotecnología, Registro y Control de Semillas y Plantas del SAG quien abordó las “Propuestas para un proceso de gestión de denuncias al comercio de semillas y plantas”. 

   

Multigremial-Nacional

ANPROS SE SUMA A PETICIÓN DE ESTADO DE SITIO EN BIO BIO Y ARAUCANÍA EFECTUADA POR MULTIGREMIAL NACIONAL

 

Santiago, 30 de marzo, 2021. En el marco de la insostenible situación que vive hoy la macrozona sur y teniendo en cuenta que la actividad semillera en las regiones involucradas es esencial para el abastecimiento de semilla nacional, ANPROS ha adherido a una petición efectuada al presidente de la república, Sebastián Piñera, por la MULTIGREMIAL NACIONAL.

La petición, firmada por 76 gremios, solicita específicamente al presidente decretar Estado de Sitio en las regiones de Bío Bío y La Araucanía, particularmente en las provincias de Arauco y Malleco.  

Agrega además que una vez restituido el Estado de Derecho, se requiere convocar una instancia de trabajo ejecutiva, sin colores políticos y transversal, compuesta por gremios, asociaciones de víctimas, empresarios, gobierno, parlamentarios, sociedad civil, organizaciones mapuche y comunidades pacíficas, para avanzar en aquellas materias que permitan abrir una puerta al ansiado y necesario diálogo.  

ANPROS comparte la petición efectuada, dado que es esencial resguardar a las personas, las producciones y a las empresas semilleras de la macrozona sur, que,  de mantenerse esta situación de violencia e inseguridad, corren el riego de desaparecer.  

La industria semillera está comprometida con el trabajo conjunto con autoridades, agricultores y comunidades de la zona para avanzar en los procesos que se requieren para lograr la paz y seguridad.

 LEA AQUÍ LA PETICIÓN COMPLETA 

FIRMANTES: