Capacitación Convenio Vigilancia Fitosanitaria Hortalizas 2024
- 26-09-2024
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En el próximo Congreso Euroseeds de Copenhague, la innovación brillará con luz propia, y el escenario InnovAction será el eje central del Congreso. Mientras disfruto de un techo digno, calefacción central y una taza de té hecha con agua hervida en mi tetera eléctrica, reflexiono sobre el poder de la innovación y me pregunto: ¿dónde estaríamos sin la innovación? Bueno, supongo que estaríamos sentados alrededor de una fogata y viviendo en cuevas , y estoy bastante seguro de que nadie quiere volver a esa época. Bromas aparte, la innovación es absolutamente fundamental para el éxito a largo plazo del sector de las semillas, y aplaudo los esfuerzos de Euroseeds y otros por apoyarla.
Mientras que Merriam Webster ofrece una definición bastante pobre de innovación como “una nueva idea, método o dispositivo o la introducción de algo nuevo”, yo prefiero definir la innovación como el proceso de generar nuevas ideas, métodos, productos, servicios o soluciones que tienen un impacto y un valor positivos significativos. Todo comienza con un concepto creativo, que luego se transforma en un resultado tangible que aborda necesidades no satisfechas o, en el caso de un proceso, mejora la eficiencia y la eficacia.
Impulsando el progreso humano
La innovación ha sido durante mucho tiempo el motor que ha impulsado el progreso humano, ha transformado las sociedades y las industrias. Desde la rueda hasta Internet, cada avance se ha basado en los esfuerzos y el ingenio de innumerables personas que se atrevieron a imaginar un futuro diferente. El poder de la innovación reside en su capacidad para resolver problemas, crear nuevas oportunidades y ampliar los límites de lo que creemos posible. Si bien el concepto de innovación es tan antiguo como la humanidad misma, está transformando nuestro mundo más rápido que nunca.
Innovación en el sector de la mejora vegetal y de las semillas
Una de las áreas más importantes en las que la innovación ha tenido un profundo impacto es la agricultura en sentido amplio, que incluye el sector de la mejora vegetal y de las semillas. El desarrollo de nuevas variedades de plantas y semillas mejoradas ha sido fundamental para abordar la seguridad alimentaria, aumentar el rendimiento de los cultivos y hacer que la agricultura sea más sostenible.
Como la mayoría de ustedes saben, en el siglo XX se produjeron enormes avances en el cultivo de plantas, impulsados por el descubrimiento de los principios de la genética por Gregor Mendel y el posterior desarrollo de la biotecnología. La Revolución Verde de los años 1960 y 1970, que introdujo variedades de trigo y arroz de alto rendimiento , es un excelente ejemplo de cómo la innovación en el cultivo de plantas puede tener un impacto transformador. Esta revolución ayudó a aliviar el hambre en muchas partes del mundo al aumentar drásticamente la producción de alimentos.
A la vanguardia
Hoy en día, el sector de las semillas sigue estando a la vanguardia de la innovación agrícola. Las empresas están invirtiendo en investigación y desarrollo para crear semillas que sean más resistentes al cambio climático, las plagas y las enfermedades. Por ejemplo, se están desarrollando cultivos tolerantes a la sequía para ayudar a los agricultores a hacer frente a patrones climáticos cada vez más erráticos. De manera similar, las variedades resistentes a las plagas reducen la necesidad de pesticidas químicos, lo que contribuye a prácticas agrícolas más sostenibles.
Además, la aparición de CRISPR y otras tecnologías de edición genética ha abierto nuevas posibilidades en el campo del fitomejoramiento. Estas tecnologías permiten realizar modificaciones precisas en los genomas de las plantas, lo que permite el desarrollo de cultivos con un mayor contenido nutricional, una mayor vida útil y otras características deseables.
El papel del sector de las semillas en la innovación va más allá de la mera mejora del rendimiento de los cultivos. También desempeña un papel crucial en la preservación de la biodiversidad. Al desarrollar y distribuir una amplia variedad de semillas, los obtentores ayudan a mantener un acervo genético diverso, que es vital para la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a los cambios ambientales.
Destrucción creativa
En el corazón mismo de la innovación se encuentra la destrucción creativa: el desmantelamiento deliberado de procesos establecidos para dar paso a métodos de producción mejorados. Aunque el concepto suena negativo, es un componente crítico del cambio y el crecimiento impulsados por la innovación. Se utiliza con mayor frecuencia para describir tecnologías disruptivas como los ferrocarriles o, en nuestra época, Internet. El término fue acuñado a principios de la década de 1940 por el economista Joseph Schumpeter, quien observó ejemplos reales de destrucción creativa, como la cadena de montaje de Henry Ford.
La destrucción creativa se puede observar en muchos sectores diferentes, incluido el sector de la mejora vegetal y las semillas, con ejemplos obvios como los híbridos F1, la modificación genética, la edición de genes, etc. El problema es que la destrucción creativa puede ser un arma de doble filo. Si bien conduce al progreso y a la creación de nuevas actividades, industrias y empleos, también vuelve obsoletos los existentes. Puede haber consecuencias no deseadas, como pérdidas temporales de empleos, repercusiones ambientales y desigualdad de poder. Esto no es novedad: la llegada de los automóviles condujo al declive de los carruajes tirados por caballos ; las cámaras digitales causaron la caída de la fotografía tradicional basada en película.
Este proceso puede ser doloroso para quienes forman parte de los sectores que se ven afectados. Sin embargo, creo que todos podemos estar de acuerdo en que la innovación es esencial para el crecimiento y el desarrollo económico a largo plazo. La destrucción creativa también obliga a las empresas a ir más allá del statu quo y a buscar nuevos espacios creativos: adaptarse, innovar o correr el riesgo de volverse irrelevantes. Es a través de este ciclo constante de renovación que las economías se mantienen dinámicas y capaces de afrontar nuevos desafíos. Quedarse estancado es básicamente retroceder.
Aprovechar el poder
El poder de la innovación es innegable. Ha marcado el curso de la historia de la humanidad y sigue impulsando el progreso en todos los sectores de la sociedad. Desde las antiguas invenciones que sentaron las bases de la civilización moderna hasta los avances actuales en el cultivo de plantas y el sector de las semillas, la innovación es un elemento central del desarrollo humano.
De cara al futuro, el reto será aprovechar este poder de manera responsable, garantizando la creación de un entorno en el que los beneficios de la innovación puedan compartirse ampliamente de manera que potencien un ciclo continuo de innovación y, en última instancia, mejoren nuestras vidas. Debemos estar preparados para adaptarnos a los cambios que traiga consigo. En el sector de las semillas, como en todos los campos, la innovación será clave para abordar los desafíos globales del siglo XXI, desde alimentar a una población en aumento hasta mitigar los impactos del cambio climático. Celebro los cambios que se avecinan.