Hace doce años, analizar semillas era sencillo: pruebas de germinación, detección de enfermedades y alguna que otra llamada telefónica sobre plantas atípicas. ¿Hoy? Mi bandeja de entrada parece más un centro de triaje para el futuro de la agricultura.
Los breeders exigen la verificación de la pureza varietal de sus últimas mezclas. Los malteros preguntan si sus envíos de cebada alcanzan el 95 % de pureza. Los agricultores buscan respuestas a brotes de enfermedades que ni siquiera conocíamos hace cinco años. Y todos quieren saber si sus semillas son limpias, cumplen con las normas y están listas para un mercado cada vez más complejo.
Las preguntas son más agudas. Hay mucho más en juego. Y las pruebas que realizamos hoy ni siquiera habrían formado parte de la conversación hace una década.
Hemos ido mucho más allá de lo básico. ¿Uno de los cambios más importantes? El auge de la PCR digital. No es nueva, pero es esencial para definir la calidad de las semillas. Hemos desarrollado bases de datos de marcadores internas que nos permiten determinar no solo la variedad de su grano, sino también su proporción de refugio. Este tipo de datos es fundamental cuando se trabaja con mezclas de trigo tolerantes a mosquitos o cuando se intenta que una maltería premium acepte su cebada.
Pero no se trata solo de tecnología sofisticada. Se trata de agilidad. Un año, la prioridad son las enfermedades de los cereales. Al siguiente, la pureza de la canola o las papas. Nuestro trabajo es anticiparnos, analizando lo que viene, no solo lo que ya está aquí.
Las regulaciones no siempre se han actualizado, pero esto ocurre en todas partes. No establecemos las reglas, sino que innovamos dentro de ellas. Ya se trate de análisis de placas convencionales o diagnóstico molecular, adaptamos la herramienta al problema. La verdadera habilidad reside en saber qué enfoque ofrecerá a nuestros clientes las respuestas más claras y útiles.
Y aunque no puedo predecir cómo serán las pruebas de semillas dentro de cinco años, sé esto: la bandeja de entrada no estará vacía. Estará llena de nuevos desafíos, nuevos patógenos y nuevas demandas de un sector que evoluciona más rápido que nunca.
Los laboratorios de semillas ya no son solo proveedores de análisis. Somos socios de trazabilidad. Guardianes de la calidad. Colaboradores silenciosos en cada venta, envío y temporada exitosa.
Y si aún no le está haciendo a su laboratorio las preguntas difíciles (sobre pureza, enfermedades y riesgos emergentes), debería hacerlo. Porque si la semilla no es la adecuada, nada posterior lo será.
Fuente: SeedWorld Canada